
Te acordas de aquél tiempo en que las decisiones importantes se tomaban mediante un práctico: -ta te ti, suerte para mi... Se podían detener las cosas cuando se complicaban con un simple: -pido- Los errores se arreglaban diciendo simplemente: -va de nuevo - Las discusiones terminaban con un:-pan y queso, pan y queso...- La peor desilusión era que te eligieran último para jugar a la mancha. En el que uno teniendo un muñeco o barbies era completamente felíz y no necesitaba nada más.
¿Quién no quisiera volver a esos tiempos donde todo era TAN fácil?
A medida que pasa el tiempo te das cuenta que no se puede crecer sin que algo salga mal hecho, sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que nadie de la familia fallezca, sin pelearte con tu familia por tu locura de adolescente y después darte cuanta que perdiste TODO, sino estas cerca de ellos. Ese es el costo de vivir. Sin embargo lo importante no es lo que suceda, sino, como se reacciona.




